Crossover Reguleros #1 Batman y Superman, La película

Crossover Regulero #1

El subidón que me dejó The Dark Knight me ha hecho intentar ver todo producto audivisual anterior relacionado con Batman, y como la saga del infame Burton y el patético Shumacer ya la conocía, y la etapa de Adam West la vi de pequeño en Antena 3, pues tiré hacia lo que hoy día se conoce como el DC Animated Universe. Cuando termine de ver la serie completa dedicada a Batman la comentaré, mientras tanto he visto Batman y Superman, la película televisiva de animación, ejemplo de crossover (lo que comenté al referirme a la pésima Asesinato Justo). La película mantiene la estética característica de los dibujos de Bruce Timm, con algunos cambios menores respecto a las series, y pese a contar con guión de Paul Dini (actual guionista de de Batman en Detective Comics) es bastante floja en general, limitándose a contar una historia demasiado fácil y un cruce demasiado típico entre los personajes, tantos los buenos como los malos.

La historia es muy tópica. ¿Quiénes son dos de los personajes más ricos del universo DC? ¿Qué daña a Superman? ¿Quién es el malo que está peor de la cabeza? ¿Qué no soporta Bruce Wayne? Pues con todos esos elementos se construye un guión fácil, demasiado fácil incluso para ser una película familiar, como es el caso según el logo de la Warner al principio. Y el problema no es el público al que está enfocado, puesto que en la serie de Batman se consigue que sea interesante para niños y adultos, el problema es la sinsustancia. La historia se resume en que el Joker le propone a Luthor acabar con Superman gracias a Kriptonita que ha conseguido robando un dragón en una tienda de antigüedades (sin comentarios). Y a partir de ahí, a mezclar sin orden ni concierto.

Es especialmente lamentable como Superman descubre quien es Batman, mirando a través de la máscara. Esto no sería un problema si  John Byrne cuando reescribió el origen del kriptoniano en los ochenta, en el cruce con Batman, no expusiera que el murciélago llevaba la máscara forrada de plomo para que no pudiesen usar la visión de rayos x, pero claro, es mejor resolverlo todo por la vía rápida, como que Batman tenga que recurrir a un chip localizador para saber que Clark es Superman. Es todo muy simple. La historia es fácil de imaginar como se desarrolla, no tiene mayor interés.

Aunque hay algo de la película que si me ha llamado poderosamente la atención, es la relación romántica que mantienen en la misma Bruce Wayne y Lois  Lane. Por dios, es algo tan raro que no he terminado de procesar. A lo largo de la historia de los cómics Lois y Superman no siempre han estado juntos, incluso han tenido escarceos con otros, pero una cosa es eso, y otra que casi deje Metropolis y el Planet por irse con Bruce a Gotham… Eso es casi como si Peter Parker se zumbase a Jean Grey, algo completamente absurdo y fuera de toda lógica y que solo podría verse en un retorcido “What If…”. Por suerte al final todo queda en nada, porque de irse Lane a Gotham las consecuencias habrían sido más o menos igual de terribles que lo fueron las que propiciaron en Marvel la Era de Apocalipsis, el universo entero cambiaría…

En conclusión, la película es entretenida, pero no llega ni siquiera al nivel de muchos de los episodios de la serie animada de Batman, además de que la historia es demasiado infantil, cuando está demostrado que se pueden crear historias para todos los públicos. De hecho, ver a Superman con un traje antikripitonita, a Batman con un super-cacharro volador deja claro que lo que interesa es el merchandising y los muñequitos potenciales que de ahí podían salir más que otra cosa. Los dos personajes más importantes del cómic americano pueden combinar de muchas formas para obtener un resultado satisfactorio, pero cuando se tira para lo fácil, cómodo y rentable, no puede más que salir un producto mediocre como esta cinta.